jueves, 5 de mayo de 2016



Universidad Nacional Autónoma de México.
Facultad de Filosofía y Letras.


Sistema Universidad Abierta y Educación a Distancia- SUAyED.
Licenciatura en Pedagogía.


Orientación educativa, vocacional y profesional l.


Grupo: 9193


Sede: Distrito Federal.


Asesor(a): Hilda Beatriz Salmerón García.




Integrantes del equipo:


Luz del Carmen Ramzahuer Romero.
Ángel Rivera Mondragón
Adalberto Gonzalez Moreno
Cecilia Betanzos Rodríguez



Unidad 4.
Formación profesional del orientador.




Actividad de aprendizaje
Habilidades para la vida






HABILIDADES PARA LA VIDA:
DEFINICIONES:
Todo individuo tiene la capacidad de desarrollar las habilidades (sociales) necesarias para mejorar sus aptitudes que le permitan enfrentarse a las diferentes situaciones de la vida, el valorar y dar forma a estas aptitudes mejoraran significativamente las relaciones con las demás personas y su contexto social inmediato, tal como un deportista que debe entrenar todos los días para mejorar sus capacidades físicas (fuerza, velocidad resistencia) con la intención de ser cada vez un mejor atleta, el individuo, también debe ir afinando y desarrollando, un eficaz “autoconocimiento”, “empatía·, una “comunicación asertiva”, “relaciones interpersonales”, “toma de decisiones”, que lo conduzcan, como al atleta, ir siendo cada vez mejor persona, que sepa exteriorizar sus pensamientos, sus sentimientos y a la vez también que aprenda “escuchar” a los demás.
Las “habilidades para la vida”, son inherentes al adolescente, quien es el que atraviesa por una situación existencial compleja, es importante entonces, que tanto maestros como padres/madres de familia, estén preparados con información suficiente que contribuya a generar actitudes positivas en el adolescente, y de esta manera ayudarle a canalizar todas sus energías hacia conductas productivas y enriquecedoras para su propia vida.
Cuando se habla de “habilidades para la vida” no se concreta al aspecto “social” sino también al “cognitivo” y “para el control de las emociones”, todas enfocadas hacia un desarrollo armonioso emocional del adolescente, cada una con características y objetivos bien definidos, cuya finalidad es mejorar las relaciones interpersonales, solución de conflictos internos y externos que ayude a lograr un “planteamiento de metas”, impulse una actitud socializadora, “aprendizaje del autocontrol y control del estrés”.
Se contemplan también, “Habilidades de comunicación, solución de problemas, de asertividad, de pensamiento creativo, autoestima, de cooperación y trabajo en equipo, y de pensamiento crítico”.
Como se puede observar, existe gran objetividad para tratar un tema tan trascendental en el proceso del desarrollo humano, y que como profesionista de la educación es importante conocer a detalle, de manera que podamos diversificar nuestra labor a la hora de estar frente a un grupo particularmente de adolescentes. 
 

IMPORTANCIA DE LAS HABILIDADES PARA LA VIDA.
Las habilidades para la vida ayudan a los niños, niñas y adolescentes a tener un pensamiento saludable y buena comunicación, a tomar decisiones positivas y a saber cómo solucionar problemas; también a prevenir conductas negativas o de alto riesgo, como el uso de tabaco, alcohol u otras drogas, sexo inseguro y actos de violencia, entre otros.
Con el desarrollo de estas habilidades se logra un buen crecimiento físico, emocional e intelectual y disfrutar una vida personal, familiar y social plena.


CLASIFICACIÓN DE LAS HABILIDADES PARA LA VIDA.


Habilidades psicosociales: Que se desarrollan las tres dimensiones en que podemos organizar el desarrollo personal.


Aprender a pensar (el saber) : la dimensión racional aplicada a la búsqueda de soluciones a los conflictos sociales, a la que contribuyen el autoconocimiento, el pensamiento crítico, el pensamiento creativo, la competencia para tomar decisiones y la capacidad para solucionar problemas.
Aprender a sentir (el querer): la vertiente emocional del ser humano que, soslayada en épocas pasadas, ha ido adquiriendo en los últimos tiempos creciente protagonismo, y que se ve fortalecida por el control emocional y el manejo de las emociones y el estrés.
Aprender a relacionarse (el poder): el ser humano es un ser relacional, que se constituye como tal a partir de los grupos y otros ecosistemas humanos en los que se socializa; proceso al que contribuyen la empatía, la comunicación asertiva y la capacidad para establecer relaciones sociales adecuadas.
Hablamos, pues, de un repertorio de habilidades relacionadas con el funcionamiento íntimo de cada persona y con su competencia relacional. Es del equilibrio entre dichas habilidades del que cabe esperar un resultado más favorable en la capacidad de una persona para manejar adecuadamente su vida en las condiciones sociales específicas en las que ésta se desarrolle.
En definitiva, la educación en habilidades para la vida contribuye a promover la inteligencia social, base de una convivencia positiva
Las habilidades para la vida se manifiestan en contextos específicos, por lo que implican respuestas en conformidad al contexto, cada contexto está matizado con normas, tradiciones, valores sociales.
a)Sociales o interpersonales:
Comunicación
Asertividad
Empatía
Cooperación o trabajo en equipo
b) Autonomía o manejo de emociones:
Manejo de emociones
Control del estrés
c) Cognitivas:
Solución de problemas
Toma de decisiones
Habilidades interpersonales:
Tiene que ver con conductas de interacción personal,especialmente con habilidades de comunicación, permitiendo expresar y comprender sentimientos de solidaridad, cooperación, motivación en el trabajo de equipo, permite también ejercer un liderazgo exitoso en todo tipo de iniciativa ,logrando los objetivos planteados.
El hecho de ser habilidades aprendidas tiene una connotación muy importante, ya que implica que nunca es tarde para aprenderlas y ponerlas en práctica.
Habilidades cognitivas:
relacionadas con las operaciones mentales, tienen como objetivo procesar información, generar o desarrollar nuevas informaciones para afrontar situaciones exitosamente, al igual que las habilidades sociales, éstas también son aprendidas pero están relacionadas con procesos de evolución y desarrollo de la persona, es decir un niño de 8 años podría llevar a cabo operaciones mentales simples de un bajo nivel de complejidad en relación que otro de 15 años, ello se debe a que las estructuras del sistema nerviosos aún están en proceso de maduración, sin embargo es necesario tener en cuenta que este proceso de maduración se ve fortalecida con los ejercicios y prácticas que se realicen en las edades tempranas.
Habilidades para el manejo de las emociones:
Al igual que las habilidades cognitivas, está relacionada con la maduración emocional, relacionada directamente con el sistema nervioso y el contexto social, por ello toda reacción emocional genera una activación fisiológica y una determinada conducta de respuesta.
De allí que esta habilidad se denomine “control emocional”, puesto que están orientadas al control de reacciones fisiológicas, nerviosas, conductuales como la impulsividad, la tolerancia a la frustración, el control del miedo, la ira, manejo del estreses, la eficacia de las habilidades emocionales incluyen también el manejo cognitivo de las ideas o pensamientos distorsionados.




2.1. Sociales: son las que permiten relacionarse con los demás y tener una conversación constructiva y agradable con la familia, los amigos, los compañeros de escuela, los conocidos. Dentro de estas podemos ubicar a: la comunicación, la asertividad, la cooperación y trabajo en equipo y la empatía
2.2. De pensamiento: ayudan a identificar diferentes soluciones ante un problema y decidir cuál es la mejor opción. Entre estas habilidades están: la solución de problemas, el pensamiento creativo y el pensamiento crítico.
2.3. Manejo de emociones: permiten controlar las emociones, ayudan a relajarse y calmarse ante un problema, de manera que se pueda pensar y resolver la situación sin estrés ni enojo. En están clasificación se pueden mencionar: el manejo de estrés, la autoestima y el control de emociones.


DESCRIPCIÓN DE LAS HABILIDADES PARA LA VIDA.


1. Autoconocimiento: reconocimiento de nuestra personalidad, características, idiosincrasia, fortalezas, debilidades, aspiraciones, expectativas, etc.
2. Empatía: capacidad para ponerse en el lugar de otra persona y desde esa
posición captar sus sentimientos.
3. Comunicación efectiva o asertiva: habilidad para expresarse de manera
apropiada al contexto relacional y social en el que se vive.
4. Relaciones interpersonales: competencia para interactuar positivamente con las demás personas.
5. Toma de decisiones: capacidad para construir racionalmente las decisiones
cotidianas de nuestra vida.
6. Solución de problemas y conflictos: destreza para afrontar constructivamente las exigencias de la vida cotidiana.
7. Pensamiento creativo: utilización de los procesos de pensamiento para
buscar respuestas innovadoras a los diversos desafíos vitales.
8. Pensamiento crítico: capacidad para analizar con objetividad experiencias e información, sin asumir pasivamente criterios ajenos.
9. Manejo de emociones y sentimientos: reconocimiento y gestión positiva de nuestro mundo emocional.
10. Manejo de la tensión y el estrés: capacidad para reconocer nuestras fuentes de tensión y actuar positivamente para su control.



HABILIDADES PARA LA VIDA, RELACIÓN CON LA EDUCACIÓN.
¿Qué son las habilidades para la vida? Son herramientas que permiten desarrollar actitudes en niñas, niños y adolescentes para disfrutar la vida y lograr un desarrollo físico y mental saludable. Además, estas habilidades tienen mucho que aportar en la promoción de la salud, la prevención de problemas y la comunicación con los demás. ¿Por qué son importantes en el desarrollo de las niñas, niños y adolescentes? Porque los ayuda a tener un pensamiento saludable y buena comunicación, a tomar decisiones positivas y a saber cómo solucionar problemas; también a prevenir conductas negativas o de alto riesgo, como el uso de tabaco, alcohol u otras drogas, sexo inseguro y actos de violencia, entre otros. Porque con el desarrollo de estas habilidades logran un buen crecimiento físico, emocional e intelectual, y disfrutan una vida personal, familiar y social plena.
En un documento de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) titulado “Enfoque de habilidades para la vida para un desarrollo saludable de niños y adolescentes”, puede leerse lo siguiente:
Definido en forma amplia, un enfoque de habilidades para la vida desarrolla destrezas para permitir que los adolescentes adquieran las aptitudes necesarias para el desarrollo humano y para enfrentar en forma efectiva los retos de la vida diaria. Este documento identifica las “Habilidades para la vida” como:
  1. Habilidades sociales e interpersonales (incluyendo comunicación, habilidades de rechazo, agresividad y empatía).
  2. Habilidades cognitivas (incluyendo toma de decisiones, pensamiento crítico y auto evaluación).
  3. Habilidades para manejar emociones (incluyendo el estrés y aumento interno de un centro de control).


Las teorías sobre el desarrollo humano y las conductas del adolescente establecen que estas habilidades específicas son componentes esenciales de un desarrollo saludable, y son habilidades que definen a un niño de carácter fuerte. A través de la investigación también se ha encontrado que estas habilidades particulares son mediadores de conducta en la adolescencia.”
De igual forma, podríamos decir que las Habilidades para la Vida son un invento similar que tenemos hoy para facilitar la relación que una persona puede tener consigo misma, con las demás y con el entorno. Se trata de una iniciativa presentada en 1993 por la Organización Mundial de la Salud que se resume en el fortalecimiento de estas diez destrezas:
  1. El autoconocimiento
  2. La empatía
  3. La comunicación asertiva
  4. Las relaciones interpersonales
  5. La toma de decisiones

  1. La solución de problemas y conflictos
  2. El pensamiento creativo
  3. El pensamiento crítico
  4. El manejo de emociones y sentimientos
  5. Y el manejo de las tensiones y el estrés
Una persona que aprenda a desarrollar estas habilidades logra un buen crecimiento físico, emocional e intelectual, y disfrutaran una vida personal, familiar y social plena.
De allí la relevancia que tiene la formación educativa para fortalecer el carácter y la confianza en sí mismos de los niños y jóvenes. Ahora bien, formar y educar no es tarea de un día o una semana, no es dar información sino formación; es crear, desarrollar y consolidar una nueva actitud ante la vida. Y esto sólo se logra mediante el trabajo constante de profesores, promotores y la participación activa de los receptores de estos programas, es decir de los padres, las madres, los niños y los jóvenes. El quehacer concreto de los promotores puede consistir en impartir talleres en favor de los niños y jóvenes, para que los ayuden a tener un crecimiento saludable y a desarrollar habilidades internas que favorezcan actitudes y conductas positivas. Pero lo esencial de estos talleres es su continuidad mediante la aplicación individual y colectiva fuera del taller, en la vida cotidiana que transcurre en la casa, en la calle, en la escuela y en el trabajo.



Bibliografía:
Habilidades para la Vida Guía práctica y sencilla para el Promotor Nueva Vida [en línea]. Recuperado [01 de mayo del 2016]. Disponible en: http://www.conadic.salud.gob.mx/pdfs/nueva_vida/nvhabilidades_guiapractica.pdf.


Melero, J.C. (2010). Habilidades para la vida: un modelo para educar con sentido [en línea]. Recuperado [01 de mayo del 2016]. Disponible en:


Habilidades para la vida Manual de Conceptos Básicos. APARICIO GUTIERREZ M. http://www.cedro.org.pe/emprendimientojuvenil/images/pdf/habilidadesparalavidamanualdeconceptos16agosto.pdf. Consultada el 03 de mayo de 2016


http://www.pantallasamigas.net/habilidades-para-la-vida.shtm” Consultado en línea el [3de mayo de 2016]